Alucinógena noche de Abril,
la luna huyendo de mi, 
tibio el resplandor que desprendía,
como el brazo que me mecía.

Lluvia de meteoritos de plata, 

me acompañan cuando todo falla,
la oscuridad profunda llama.

Me escondo entre plantas, 

entre lagrimas,
entre tierra mojada,
se me humedece el alma,
y se me cala en los huesos.

Delicado el silencio que emana... la locura en mi cama,

olvido palabras.

Me corta la piel el miedo, 

me aprieto las heridas, con el mismo miedo.

Me huyo de mi como me huye la luna,

me desintegro por dentro,
soy una utopía que es desierto. 

1 comentario:

  1. Me encanta tu sentido estetico, no menos ludico de la existencia. Pero advierto que rindes un justo homenaja ( tal vez inconsciete, tal vez no )a la poesia cuando equilibras emocion y pensamiento. Bravo, dulce emocion...

    ResponderEliminar