Me miro como alguien que mira un fantasma,
como si fuera una imagen borrosa difícil de descifrar, 
como si ya no fuera yo,
pero no dolió (aunque esa era su intención)
y me pregunte que hacia ahí con el, 
que tren nos había traído hasta el borde del abismo,
¿como es que ya no significamos lo mismo?
como el "estamos juntos" de los primeros meses nos hacia sonreír y esa misma frase ahora no nos decía nada, 
y es así, cuando algo adquiere más valor empieza a emocionar menos,
"pero esta bien" nos decíamos y fingíamos que nos entendíamos,
fue largo el camino, fue jodido, muy jodido,
se nos extraviaron muchas veces las ganas,
nos despertábamos cansados como si hubiésemos discutido toda la noche y la mañana,
(y casi siempre era así)
no recuerdo cuando fue la ultima vez que me acaricio el alma,
pero recuerdo que cada vez que intentamos dejarnos ir no podiamos,
recuerdo haberlo buscado más de una vez,
recuerdo haberlo llorado más de cien,
recuerdo haber escuchado un perdón y también haberlo dicho,
recuerdo los te amo y las llamadas,
y no nos arrepentimos de nada,
aunque a veces nos veamos como extraños y andemos por caminos separados,
siempre volvemos porque encontramos felicidad al mirarnos,
aunque sea con los ojos cerrados.


No hay comentarios:

Publicar un comentario